Universidad Catolica, El Pedregal, Peru, '05
Buenos días a todos y gracias por esta oportunidad de hablarles
hoy.
Hace veinte años vine por primera vez a la provincia de Arequipa por solo dos días, camino al altiplano en un viaje de tres semanas con un grupo de veinte gringos criadores de llamas. En ese momento no me imaginé que volvería, y mucho menos por este motivo. Llevé clases de español en secundaria durante dos años, pero para cuando hice mi primera visita al Perú ya me había olvidado de casi todo el castellano que aprendí en el colegio. Mi español no es tan bueno como para inventarme este pequeño discurso mientras les hablo (que es lo que me gustaria poder hacer). Así que no me queda otra opción que leerlo. Para mí es mucho más fácil entender español cuando es escrito, o cuando es hablado despacio, que encontrar las palabras y armar oraciones para expresar mis ideas en una conversación. Una de las primeras veces que traté de hablar español para fines prácticos, confundí las palabras "bastante" y "bastardo." La esposa de mi amigo me sirvio algo de tomar y yo quise decirle "ya es suficiente". ¡En vez de eso ya se imaginan lo que le dije! Ella puso cara de shock, así que le pregunté el significado de la palabra. Por la vergüenza que senti cuando aprendí estas dos palabras, nunca me las olvidaré. A veces, aprender puede ser doloroso. Yo era un buen estudiante, (como deben serlo ustedes para haber llegado hasta donde están) y me gustaba mucho aprender. Pero cuando tenía quince años, un día me di cuenta de que seguir aprendiendo más cosas iba a complicarme más la vida. Pensé que conocer más sobre como funcionan las cosas y cómo se relacionan entre sí (en verdad, todo está relacionado a todo lo demás), podía darme preocupaciones y decepción al notar la gran diferencia entre lo que es y lo posible, lo que podría ser. Preferí simplemente disfrutar de la vida y vivir día por día. "Don't worry, be happy." Durante varios días traté de no aprender más. Pero, por supuesto, ya era demasiado tarde. Despues, me di cuenta que la única opción era aprender lo más posible. Es cierto que aprender lleva a comprender, lo que puede causar decepción y frustración, y a veces hasta tristeza. Pero es solo con comprensión que podemos empezar, poco a poco, a acortar la distancia entre lo que es y lo que puede ser. Y creo que no hay muchos países en el mundo en que esta diferencia, esta distancia, sea tan grande como en Perú. Para quienes están dispuestos a ser responsables, el conocimiento significa una responsabilidad. Me siento muy afortunado de haber aprendido algo que eventualmente y de alguna manera podría ayudar a mejorar la situación de algunas personas aquí en Perú. La mayoría de las personas no tienen la oportunidad de contribuir en este gran proceso, por más que quieran, y para mí la oportunidad llegó completamente por sorpresa. Fui y soy un criador de llamas, y llevo una vida rural con mis animales. Mi esposa y yo hacíamos (y todavía hacemos) casi todo el trabajo en nuestro rancho, así que en muchos aspectos hemos tenido las mismas experiencias y los mismos problemas y algunas satisfacciones (gracias a estos animales) que los campesinos de acá del Perú y de otros lugares del altiplano. Un día me dieron ganas de saber más sobre las etapas tempranas de la reproducción y especialmente acerca de la posibilidad de transferir embriones de una hembra de buena calidad a otra hembra de normal o baja calidad. Quería saberlo porque esto permitiría un mejoramiento genético más rápido y lograría que trasladar carga genética de camélidos de un país a otro fuera más seguro y más humano. Exportar embriones permite a un país ganar dinero exportando genetica sin perder a sus mejores animales. Eso fue hace doce años. Ahora, estoy feliz de poder compartir lo que he aprendido acerca de esta nueva tecnología en camélidos. En conclusión, quiero dar las gracias a los organizadores y auspiciadores de este seminario: la gente de la Compañía Minera Ares; y a todas las personas de la Universidad Católica, a los docentes y al personal, por su amabilidad y hospitalidad hacia todos los que participamos en este evento. Y para mí con eso, por hoy ya es bastante.
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